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29 de marzo de 2024

De cuando la Virgen de las Angustias y otras tallas bejaranas procesionaban junto a los pasos de la Vera Cruz en Viernes Santo

 Autora: Carmen Cascón Matas

La Semana Santa bejarana y sus raíces históricas, además de su trayectoria, siguen permaneciendo en el misterio. Si bien han surgido algunos estudios sobre el Corpus Christi, fiesta sin parangón por el mecenazgo que ejercieron los duques de Béjar y por su declaración reciente como Fiesta de Interés Turístico Internacional, las procesiones y actos religiosos penitenciales están todavía por investigar de manera académica y en su totalidad. Cada año por estas fechas, intentamos ofrecer una pincelada de luz sobre el particular por si esto fuera de ayuda a alguien en algún momento o por lo menos retirar una veladura del lienzo general de la Semana Santa. 

 Calvario (Francisco González Macías, 1947)


Así hemos intentado escribir un estado de la cuestión sobre la Virgen de las Angustias[1], el Nazareno de las Monjas de la Piedad[2] o los bustos de origen napolitano de la iglesia de San Juan Bautista[3]. También descubrimos la ceremonia penitencial de Vía Crucis del claustro del convento de San Francisco, que después se ha rescatado después de varios siglos por la Seráfica Hermandad de Béjar, o desentrañamos que en el atrio de San Juan en el siglo XVIII tenía lugar el Viernes Santo una ceremonia del Descendimiento[4] similar a la que se lleva a cabo en el Patio Chico de la catedral de Salamanca. O nos adentramos en un conflicto por la jerarquía entre autoridades civiles y eclesiásticas en 1675[5].

8 de abril de 2023

La Virgen de los Dolores, una talla de Francisco González Macías recuperada en 2017 por la Vera Cruz de Béjar

  Autora: Carmen Cascón Matas

 

          En noviembre de 1966 el escultor bejarano Francisco González Macías[1] estaba concluyendo la exposición de algunas de sus obras en la Sala Grifé Escoda de Madrid. Durante los años precedentes había reducido su actividad artística hasta que comienza de nuevo a rodar en ese año, pues entrega un Cristo Crucificado a la Casa de Caridad costeada por Ángel Rodríguez Olleros. Esta noticia, y la restauración de su Cristo Yacente del Sepulcro y el Amarrado a la Columna (nos imaginamos que se trata del depositado en el Museo «Mateo Hernández» realizado en escayola y el de la ermita del Humilladero de Candelario respectivamente), demuestran que el artista pasó un tiempo en Béjar.


            No eran años boyantes para González Macías. Tenemos que tener en cuenta que había tenido taller abierto, primero en Salamanca y después en Madrid, y de ahí había regresado a Béjar por un descenso palpable en el número de encargos. No se había decantado por la temática religiosa de manera exclusiva durante esos años, aunque así podamos deducirlo de las obras hasta ahora nombradas, sino que también había tocado el retrato para ornato público, las alegorías y los animales. Los materiales variaban siendo la piedra y la madera los más frecuentes en las obras de nuestro escultor, dependiendo de la finalidad última de sus esculturas. A partir de la guerra civil se había centrado en la imaginería religiosa en madera, dado que eran las cofradías y los donantes privados sus principales clientes. 

31 de marzo de 2010

La celebración de la Semana Santa en el Béjar de 1733 (2ª Parte)

Autor: Mª del Carmen Cascón Matas

Publicado: Semanario Béjar en Madrid, Marzo de 2009


*Las fotografías de esta entrada pertenecen todas ellas a pasos y tallas de la Cofradía de la Santa Vera Cruz, que el año que viene va a conmemorar su sexto centenario. Cuenta con un número de 400 cofrades y 10 pasos.



El siguiente día, Viernes Santo, se llevaba a cabo el acto del Descendimiento. Siempre se ha especulado qué función desempeñaba el conocido por todos como Parapeto, lugar que se utiliza actualmente como “almacén” de los pasos de Semana Santa. El documento nos lo aclara al cien por cien. Frente a la iglesia de San Juan Bautista y a su alrededor se situaba entonces el cementerio de la parroquia, pues cada una tenía el suyo propio antes de su concentración en el de San Miguel a principios del siglo XIX. El Parapeto se levantaba en medio del cementerio, aislado (no había construcciones adosadas) y abierto por sus cuatro costados (el cerramiento se produjo con posterioridad). Se componía, como se ve claramente en el cuadro de Ventura Lirios, de un tejado que cubría una bóveda esférica sostenida por cuatro columnas o pilares, albergando en su interior un calvario de piedra, de ahí el arco trilobulado que ostenta, símbolo de la cruz. La construcción es la misma que hay en la actualidad, pero su contexto ha cambiado tanto que es difícil concebirlo mentalmente en su función primigenia. En la parte superior la fachada se remata con una cruz grabada en piedra rodeada por las cinco llagas de la Pasión.

Talla del Nazareno

26 de marzo de 2010

La celebración de la Semana Santa en el Béjar de 1733 (1ª Parte)

Autora: Mª del Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.549 y 4.550.


* Las imágenes de este artículo pertenecen a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de las Angustias. Con sede en la iglesia de Santa María la Mayor fue fundada en 1991.
 
Los archivos se encuentran repletos de una información del pasado que espera ahí, impaciente, a que sea descubierta, a que los personajes olvidados cobren vida y los lugares se pueblen de gentes, de colores, olores y movimiento de nuevo. Ahora que tan cercano está el sexto centenario de la fundación de la Cofradía de la Santa Vera Cruz me parece adecuado sacar a la luz un documento muy jugoso y fresco que revive la Semana Santa del Béjar del siglo XVIII. A veces decimos que en la Historia bejarana siempre se tratan los mismos relatos, que no hay una renovación temática y a veces los lectores nos preguntamos si es que no hay nada más que investigar. Nada más lejos de la realidad: la Historia de Béjar está en mantillas, no se ha tocado prácticamente nada en serio. Y ésta es una prueba.