21 de marzo de 2018

Aquel verano de 1867 en Béjar (1ª Parte)


Autor: Ignacio Coll Tellechea
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio, 2017, pp. 58-61; y http://collcenter.es/aquel-verano-de-1867-en-bejar/

       Las efemérides se suman al calendario bejarano con tozuda exactitud. Algunas con más brillo que otras. Las más, de forma casi clandestina, sin dejar rastro. Puede que por desconocimiento, o todo lo contrario.


      El verano de 2017 trajo ecos revolucionarios a Béjar que anuncian el aniversario del año que viene. Los sucesos del 28 de septiembre de 1868 no pueden entenderse sin tener en cuenta lo que pasó antes, el caldo de cultivo en el que se fue fraguando el levantamiento por el que la ciudad se abrió paso en la historia de las libertades, y que estamos a punto de celebrar, ahora sí, a través de la iniciativa de la Asociación Béjar 68.

 Plano de Béjar en 1868


       Los finales de las historias largas suelen ser casi siempre tristes, decadentes, incluso trágicos. Así ocurrió con el reinado de Isabel II, que se prolongó más de 30 años en un descenso inversamente proporcional al deseo de los españoles por modernizar su país, y reducir la brecha del atraso y el aislamiento internacional en el que había caído.


       La década de los 60 del siglo XIX encadenó movimientos populares de descontento que apuntaban en una única dirección: el cambio de rumbo de la nación, empezando por la organización de un poder que seguía en muy pocas manos (sin ir más lejos, en Béjar solo tenía derecho a voto y a ser elegidos menos del 1% de la población). Por su parte, la oposición política se unió en un inaudito acuerdo para derrocar a la reina a través del Pacto de Ostende, firmado en agosto de 1866.

14 de marzo de 2018

La misteriosa mujer del camino (1835)


Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid

      Sabido es que la presencia de figuras femeninas en la documentación de otros tiempos es meramente testimonial y difícil de encontrar, más allá de damas pertenecientes a la nobleza (veáse duquesas de Béjar en la documentación local) o a la Iglesia. Debemos recurrir a expedientes legales para toparnos con mujeres en particiones de herencias, tutorías por minorías de edad o casos delictivos, entre otros. 


Foto extraída de aquí

Y si el trato hacia las mujeres y su relevancia social se reducen a un soplo en los testimonios escritos del pasado no digamos en lo referente a personas con enfermedades de tipo psicológico en lo que entonces se englobaba en el saco de la locura. Ya tratamos en estas páginas de un caso significativo con muerte enlas calles de Candelario[1] que debió de ser sonado por el expediente que generó a nivel legal. El artículo de hoy se centra en una mujer y en una hipotética locura…o no

7 de marzo de 2018

Becedas: entre los duques de Béjar y Teresa de Ávila





A Carmen Cascón, inductora del tema

     Poco de los duques, sus propietarios hasta el siglo XIX, y mucho del paso de la santa queda en esta localidad de Alto Tormes, cuyo nombre proviene de biezo (del galo bettios) que significa abedul, y lleva en su escudo, con corona real cerrada al timbre, tres de ellos de sinople puestos en faja y una iglesia de plata, en la que Francisco de Zúñiga y Mendoza, VII duque de Béjar y Plasencia, casó con su prima hermana Ana de Mendoza, III duquesa de Mandas y Villanueva y III marquesa de Terranova, el 13 de noviembre de 1616 (*)

 
Iglesia parroquial de Becedas, y su portada con los posibles retratos de los duques contrayentes a ambos lados debajo de la imagen central. Verpueblos.com y asturnatura.com

1 de marzo de 2018

El linaje y el escudo de los Duques de Béjar en el nacionalismo andaluz



Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

        De manos de Teresa Pérez de Guzmán y Guzmán, hija del III conde de Niebla y I duque de Medina Sidonia Juan Alonso Pérez de Guzmán, el señorío compuesto por las villas de Ayamonte, Lepe y La Redondela en la costa occidental de Huelva, pasó como dote en 1454 a su esposo Pedro de Zúñiga y Manrique de Lara, primogénito del I duque de Béjar Álvaro de Zúñiga y Guzmán. Incrementado con otros territorios, fue elevado a condado por la reina Isabel I, y más tarde a marquesado por el emperador Carlos V, en favor de Francisco de Zúñiga y Pérez de Guzmán, hijo de Pedro de Zúñiga y padre de Teresa de Zúñiga y Guzmán, III duquesa de Béjar. Esta rama nobiliaria constituyó la Casa de Ayamonte, vigente hasta hoy.

 
Escudo de la Casa de Ayamonte con las armas 
de Guzmán y Zúñiga

      Francisco Manuel Silvestre de Guzmán y Zúñiga (n. 1606), VI marqués de Ayamonte, fue asesinado en Segovia el 12 de diciembre de 1648 por orden del Rey de España, acusado de traición al apoyar la sublevación de Gaspar Alonso Pérez de Guzmán con finalidad de establecer la primera REPÚBLICA ANDALUZA, según un inserto de prensa publicado en 2009 por el Bloque Nacionalista Andaluz, que agrega: Los andaluces de conciencia no olvidamos su sacrificio. VIVA ANDALUCÍA LIBRE (universoandalucista.blogspot.com). Se trata de la llamada Conspiración de Andalucía, que tuvo lugar en 1641 [1].  

20 de febrero de 2018

Gil Laso: “En el arte, el tiempo no debe ser una limitación".



Autor: Manuel Álvarez-Monteserín Izquierdo
Publicado: Semanario Béjar en Madrid  (16/0/2018)



Se cumplen cien años de la gran devastación que sufrió la provincia de Salamanca y más concretamente la campiña armuñesa y sus poblaciones, entre las que se encuentra Valdunciel, población que vio nacer a Gil Antonio Laso Fraile, el 14 de febrero de 1912.  Son muchas las reseñas de la época recogidas en la prensa local y nacional como El Adelanto, diario de Salamanca, y el ABC de tirada nacional, que reflejan lo ocurrido en la provincia salmantina durante el día de San Pedro, 29 de junio de 1918.


Han bastado unos instantes de fatalidad cruelísima para que la campiña armuñesa, ubérrima y florida, rebosante de trigales, que granaban con la gloria de una esperanza, se hayan convertido en un páramo infecundo, lleno de tristes realidades y de desoladas inquietudes” (El adelanto, 1 de Julio de 1918).

Gil Laso, como le conocía todo el mundo, con sus padres y hermanos se trasladan a Béjar en busca de futuro en el año 1920, pues las tierras que cultivaba su padre, como colono en Valdunciel, habían quedado arrasadas y la hambruna era cada vez más palpable. Para gloria de Béjar este niño de 8 años se convertiría más tarde en el gran artista en la talla de la madera, en el padre de familia entusiasmado con la vida, a pesar de los duros momentos que le tocó vivir, con guerra civil incluida y en un gran  protector de lo suyo.